El dispositivo o aparato eléctrico transforma la corriente que se le suministra en un tipo de energía distinta, la cual aplica para realizar un trabajo determinado. Esta energía es conducida, generalmente, a través de metales como el aluminio y el cobre. ¿En qué se emplea dicha energía? Pues en generar frío, calor, luz, movimiento…
Estos aparatos tienden a emplear una gran cantidad de corriente alterna para llevar a cabo su labor. Además, montan componentes pasivos tales como inductores, condensadores o resistencias.
El dispositivo o aparato electrónico no transforma la energía que se le suministra, sino que la emplea directamente para llevar a cabo una tarea. Dicha tarea es la manipulación de datos o procesamiento de información. Sus componentes internos se hallan dispuestos u organizados en circuitos capaces de controlar y transportar el flujo de corriente continua (incluido el voltaje) para emplearla cuando es necesario. Utiliza semiconductores tales como el germanio o el silicio. Y también componentes de naturaleza activa, como puedan ser los osciladores o los diodos.